Nombre
Mauricio G. García
Edad
29 años
Padecimiento
Insuficiencia renal
Estado
Postrasplante renal
Mi diagnóstico
Mis principales síntomas fueron cansancio y dolores de cabeza muy frecuentes. Vas al doctor para ver qué es lo que sucede y te empiezan a hacer estudios y lo principal que te dicen es que tus riñones están fallando. Lo malo de esta enfermedad es que te das cuenta cuando ya es irreversible. No hay síntomas que te digan que puedas hacer algo pronto. Cuando me detectaron, ya estaba muy avanzada, ya se requería diálisis. Al principio es muy drástico el cambio, es muy fuerte, más que nada por la desinformación. No sabes qué es la enfermedad, piensas que tu vida se acabó, que ya no puedes hacer nada. A veces uno busca diferentes alternativas que no son las adecuadas y la deja avanzar más. Creo que lo principal es mantenernos informados para saber qué hacer.
Mi alimentación cambió bastante, te prohiben muchas cosas que te pueden perjudicar demasiado. Un ejemplo muy claro son los líquidos. Antes no lo tomabas en cuenta y ni siquiera le dabas importancia. Pero ahora que te los restringen es muy difícil no poder tomar un vaso de agua. También afecta mucho en el trabajo, ya no puedes salir y hacer muchas actividades. Yo practicaba mucho deporte pero dejé de hacerlo. Y durante la enfermedad hay complicaciones, por ejemplo, la infección que me dio y ve a internarte al hospital y hay que quedarse un mes. Son cosas que pasan que son comunes.
Mi tratamiento
Estuve en diálisis peritoneal tres años y dos años en hemodiálisis. Para la diálisis peritoneal te ponen un catéter en la cavidad peritoneal. Hay diálisis manual y diálisis automatizada que es con una máquina. Yo estuve en las dos. La manual son cuatro veces al día. Prácticamente estás con eso todo el día. La automatizada es por las noches, mientras duermes. Te conectas y la máquina hace todo el trabajo.
A mí me tuvieron que pasar a hemodiálisis porque se dañó mi cavidad peritoneal por una infección. Para trabajar, pues me convenía mucho más porque te la hacen tres veces a la semana, son tres horas de cada sesión en la clínica. Y prácticamente con diálisis manual no puedes trabajar. Yo permanecí con el mismo trabajo, por fortuna me apoyaron. Pero sí es muy cansado. Aunque también es la actitud de cada quién, yo creo que es más difícil quedarse en cama todo el día que salir a hacer algo.
Mi trasplante
Desde que yo estaba en diálisis peritoneal mi hermano me dijo que me donaba el riñón. La verdad yo tenía miedo de la operación, que no fuera a despertar. Pero cuando me puse mal dije: “no, yo ya no quiero estar así. Yo quiero estar bien”. Fue cuando decidí iniciar mi protocolo de trasplante. Le dije a mi hermano “¿Sabes qué? Sí voy a aceptar el riñón que me das.” Y pues fue la mejor decisión que tomé.
El trasplante también es un cambio. Te sientes desorientado, porque quieres cuidarte pero también quieres hacer demasiadas cosas. Mi principal anhelo ahorita es que me dure bastante este riñón, para poder hacer una vida. Es una realidad totalmente diferente y es una oportunidad muy grande.
